Matías Gallegos: "Cuando te empieza a ir bien, nunca hay que perder el foco de lo que estás haciendo"

Gallegos cursó Prevención de Riesgos en el IP Virginio Gómez, una decisión que tomó gracias a su situación laboral. "Estaba trabajando en el rubro de la construcción, me lo recomendaron, yo quería seguir creciendo profesionalmente", comentó Matías, quien había incursionado en otras áreas, pero siempre decidió apostar por seguir sus pasiones.
Es ahí donde aparece en su vida el mundo del reciclaje, viaje que comenzó de manera sencilla, pero con una fuerte convicción. "Comencé recogiendo latas, junto a mi pareja, nos dedicamos día y noche. La gente ve los desechos como algo muy sucio, para mi no es así, yo no lo veo como basura”, expresó.
Esta mentalidad fue motor para que el virginiano creciera con su emprendimiento “Que lata tu lata”, y tras años de trabajo incesante, consiguió obtener su primer convenio para la gestión de un punto limpio, de ahí en más, solo victorias han surgido para Matiás.
Un crecimiento sostenible:
Su espíritu emprendedor lo llevó a dar un paso más: firmó un contrato con la Municipalidad de Hualqui para crear un punto de reciclaje. A pesar de los desafíos iniciales, como las dificultades para cambiar la cultura del reciclaje entre algunos vecinos de la zona, Matías no perdió la esperanza. “Recuerdo que algunos depositaban desechos biológicos en los puntos verdes, lo que complicaba el proceso”, recuerda de su paso por el punto. Sin embargo, estos obstáculos no frenaron su marcha.
Con el tiempo, su proyecto fue tomando fuerza. Firmó un convenio colaborativo público-privado con la Municipalidad de Talcahuano, lo que permitió seguir expandiendo su visión de una ciudad más limpia y sostenible. Este impulso llevó al crecimiento de su empresa, Maval Spa, que ahora cuenta con 10 trabajadores, 6 puntos de reciclaje activos y 115 contenedores distribuidos por la zona.
La huella del IPVG:
El paso por el IPVG jugó un papel fundamental en el desarrollo de su emprendimiento. Según Matías, las herramientas adquiridas en el instituto fueron clave para poder estructurar y administrar su negocio. "Me entregaron conocimientos que he podido aplicar directamente en mi empresa, como la gestión de documentación, la realización de charlas, el control de estadísticas y la correcta utilización de los equipos de protección personal (EPP)", afirmó.
Actualmente, Matías está enfocado en automatizar los procesos de selección de residuos y la reducción de volumen en su empresa. Su visión a futuro es clara: "Maval apunta a ser pieza clave dentro de la región en los próximos 5 años", aseguró con convicción.
Matías no olvida sus comienzos y aún conserva la primera lata que recogió en su camino hacia el emprendimiento. Para los y las estudiantes que están comenzando su camino, Matías tiene un mensaje claro: "Deben atreverse a realizar sus proyectos, pero siempre preparados, acercándose a gente que conozca los procesos necesarios".
Y, para aquellos momentos de éxito, también tiene un sabio consejo: "Cuando te empieza a ir bien, nunca hay que perder el foco de lo que estás haciendo", finalizó.