Acercando oportunidades de crecimiento profesional a distancia
Por Mauro Tempio, Director Escuela Negocios y Tecnología
El ritmo cada vez más acelerado al que parece moverse la sociedad actual, en donde las múltiples responsabilidades y compromisos que vamos adquiriendo atrapan nuestro tiempo, lo hace parecer un bien cada vez más escaso. Aun así, en medio de esta vorágine, el mundo laboral continúa invitándonos a perfeccionar nuestras capacidades e ir adaptándonos a los cambios y nuevas exigencias, en un ambiente donde mantenerse a la vanguardia se transforma en una aventura más que desafiante.
Frente a esta disyuntiva, puede que haya quienes se agobien y consideren que es imposible continuar avanzando, lo que es completamente factible dependiendo de las particularidades de cada cual. Como también, quienes crean que debe existir una forma y están dispuestos a intentar lograrlo.
Es en medio de este escenario, hay que reconocer que los modelos educativos se han ido flexibilizando en los últimos años, ya que, por mucho tiempo su estructuración se mantuvo más bien reticente a los grandes cambios, hasta que, la última pandemia mundial nos obligó a adaptarnos, enseñándonos que podemos hacer uso de distintas modalidades a la hora de generar mayor conocimiento.
Pero esta, no fue una tarea fácil porque no se trata simplemente de forzar el aprendizaje. Por el contrario, requiere de una planificación minuciosa que abarque todos los aspectos de la experiencia educativa que las y los estudiantes requieren alcanzar satisfactoriamente, y esa es la principal razón por la que debemos continuar avanzando, pero conscientes de que lo hacemos con las mejores herramientas.
Actualmente, el mercado ofrece muchas alternativas de estudio online que buscan presentar un modelo de fácil acceso que impulse la capacidad de estudio de quienes, por diferentes motivos, no han podido acceder al clásico modelo presencial. Pero más allá del encanto de esta oferta, un punto indiscutible para el éxito de esta travesía, es buscar, sobre todo, una institución cuya reputación sea capaz de responder a las exigencias de calidad.
Sólo así podemos plantear la incorporación de nuevos esquemas de educación a distancia, que vengan a facilitar la necesidad de mayores conocimientos para quienes “corren contra el tiempo”, ya sea por habitar lejos de las grandes ciudades o porque su ritmo de vida les exija otros horarios para compatibilizar ámbitos familiar, laboral y personal.
Como institución con 35 años conociendo la realidad de las regiones donde estamos insertos, sabemos que la flexibilidad de los programas de estudio son un aliciente para muchos que, queriendo crecer, requieren de un apoyo más para lograrlo.
Eso sí, creer que la flexibilidad está lejos de la exigencia es un concepto errado. Como institución, en nuestros formatos de educación a distancia mantenemos los requerimientos para formar a técnicos y profesionales de la más alta calidad, por lo que será necesario que nuestros estudiantes sepan responder con responsabilidad a esa autonomía que les permite adaptarse a sus propios ritmos porque, finalmente, lo que realmente importa no es sólo el conocimiento, si no, saber cómo hacer el mayor bien con el.