Alfredo Vega estudió dos carreras en nuestro Instituto, comenzó con Técnico de Nivel Superior Electromecánico y tras titularse, siguió con Ingeniería de Ejecución Mecánica. Actualmente cursa su 3° año de Ingeniería Civil Industrial en la Universidad del Biobío.

La admirable historia de superación de Alfredo comienza mientras trabajaba como auxiliar en la Universidad de Concepción, lugar donde estuvo durante 9 años, siempre esperando la oportunidad de poder estudiar alguna carrera y así, optar a mejores oportunidades laborales.

La gran oportunidad que Alfredo ansiaba llegó cuando pudo hacer uso del convenio que la UdeC tiene con nuestro Instituto, mediante el cual los funcionarios de la Universidad pueden estudiar en IP Virginio Gómez con una importante beca en el arancel.

“Siempre quise pertenecer a la familia UdeC y cuando se dio la oportunidad de estudiar en el Instituto Profesional de la U. de Concepción, no lo pensé dos veces”, comentó Alfredo, agregando que su mayor sorpresa fue cuando empezaron las clases y vio que sus profesores también hacían clases en la UdeC. “Yo trabajaba de auxiliar en el Departamento de Ingeniería Civil Mecánica, ahí veía pasar y saludaba a los profesores todos los días, entonces, después darme cuenta que esos mismos profesionales eran mis docentes, subió mi motivación a mil y confirmé que este era el lugar donde quería estudiar”, comentó.

Actualmente, Alfredo trabaja en Salfa Montajes, lugar donde comenzó como maestro y ahora es Jefe de Área, supervisando labores de mantención preventiva de equipos. “El Instituto me ayudó a desarrollarme y a estar donde estoy ahora. Aún tengo fórmulas en mi cabeza que aprendí como estudiante y me han acompañado tanto en el área eléctrica como en la mecánica”, afirmó.

Además, el ingeniero destacó los valores que le inculcó el Instituto, así como la cercanía y amabilidad de los docentes. “Tengo los mejores recuerdos de mis profesores. Eran sencillos y con mucha dedicación para explicar, realmente estaban interesados en que aprendiéramos y eso hacía que se les entendiera todo lo que nos enseñaban”, recordó.

Para quienes quieran seguir el ejemplo de superación y dedicación de Alfredo, él tiene clara su recomendación: “Si quieren surgir hay que estudiar y lo mejor es comenzar estudiando un técnico y luego la ingeniería. Esa es la fórmula que me funcionó a mi y siempre aconsejaré”, finalizó.