Josías Lara Ramos, titulado de Ingeniería de Ejecución en Administración en la sede Chillán de nuestro Instituto Profesional Virginio Gómez, ha construido una sólida trayectoria profesional gracias a su formación académica y a la convicción de perseguir sus sueños.

A sus 29 años, Josías se desempeña realizando asesorías administrativas, contables, tributarias y laborales, principalmente para pymes de diversos rubros. “Generalmente trabajo con emprendimientos, negocios familiares, aunque tengo clientes que son empresas más grandes”, comenta.

Recordando su paso por el IPVG, Josías destaca el sello distintivo que marcó su formación, comentando que lo que más le aportó desde el instituto fue su “sello distintivo, profesores con experiencia real, muchos de los casos que estudiamos me ha tocado verlos en la práctica. También estudié en otra institución de educación, pero para mí lo aprendido en el Virginio fue superior en cuanto a conocimientos que me entregaron en la otra casa de estudios. Hay que destacar que los profesores del Virginio trabajan en el mundo privado, asesoran empresas, tienen emprendimientos, las problemáticas que nos exponían eran desde la experiencia. Un profesor sin experiencia, a mi parecer, no debería estar enseñando porque nunca le ha tocado solucionar, plantear o volver a diseñar cualquier de las materias que enseña”.

Entre las herramientas más valiosas que aprendió en el instituto, Josías destaca el uso de un sistema de gestión empresarial, comentando que “es una de las herramientas más poderosas que aprendí en el instituto se trató de la ‘Empresa Simulada’, que imparte la Escuela de Negocios y Tecnología, este sistema lo he integrado en algunos clientes, lo que obviamente me generó ingresos extra. Creo que deben fortalecer eso, es un plus y una ventaja frente a otros profesionales que no saben usarlo”.

 

Actualmente, Josías combina su trabajo de asesorías con el impulso constante de nuevos proyectos, y deja un claro consejo para los estudiantes que hoy cursan sus carreras: “el momento es ahora, que ahora intenten diseñar o planear una idea o emprendimiento. Tienen excelentes profesionales en la institución que les pueden enseñar hacer las cosas más simples y sencillas, o quizás dar un consejo motivacional para atreverse a salir de la zona de confort. Con el tiempo aparecen responsabilidades que complican un poco atreverse a soñar o pensar en grande. El éxito no es cuestión de habilidades y conocimientos, pero muchas historias de éxito dependen de la actitud que le ponemos a la hora de ejecutarlo”.