La inauguración del megapuerto de Chancay en Perú es un claro recordatorio para Chile de los retos que enfrenta en infraestructura portuaria. Este proyecto, financiado en un 60% por la naviera china Cosco Shipping, promete convertir a Perú en un hub logístico regional. Con una inversión de $3.500 millones, Chancay reduce el tiempo de tránsito entre Asia y la costa sudamericana, de 35 a 25 días, una ventaja competitiva importante. 

En Chile, este avance plantea preguntas fundamentales.

La primera, ¿cómo está nuestra infraestructura?

El Índice de Competitividad Portuaria 2023, elaborado por el Banco Mundial, muestra a Chile bien posicionado en términos de eficiencia… Todavía. El panorama cambia cuando hablamos de capacidad y modernización de infraestructura.

Y es que Chancay destaca por su tecnología, pero también por la rapidez en que el proyecto se transformó en obra. Cinco años.

Esto nos lleva a la segunda pregunta: ¿cuánto demora un proyecto en Chile?

En el país, enfrentamos constantes retrasos en proyectos clave. Un ejemplo es el Puerto Exterior de San Antonio, también conocido como el “megapuerto chileno,” cuya construcción sigue pendiente y proyectada para completarse en 2034. Una década después de Chancay.

La comparación evidencia un rezago en infraestructura, también en la tardanza en los procesos regulatorios, o la ya mejor conocida como permisología.

Y… ¿Cómo competimos entonces?

Una respuesta, una clave relevante, está en las competencias de los trabajadores, sobre todo los técnicos. Es decir, Chile debe apostar a formar a los mejores profesionales del sector portuario.

Y es que, si no podemos competir con nuevas infraestructuras en el corto plazo, debemos enfocarnos en fortalecer nuestros talentos y aprovechar esta ventaja en eficiencia. Invertir en educación y capacitación especializada permitirá que nuestros puertos sigan siendo altamente competitivos.

Chile tiene la oportunidad de hacer una diferencia al apostar por el desarrollo de capital humano como factor competitivo.

Tenemos buenos puertos, y la modernización del Perú probablemente ayude a apurar algunos proyectos, de modo que contar con los mejores técnicos es crucial.

Apostar por formar a profesionales especializados en logística, comercio exterior y administración portuaria puede darnos la ventaja estratégica que necesitamos. Solo así podremos enfrentar el desafío que el Puerto de Chancay representa.