En el sistema educacional chileno existe una marcada segregación en las áreas del conocimiento que se imparten en la educación superior. Por ejemplo, las carreras de las disciplinas STEM, sigla en inglés que agrupa a las Ciencias Básicas, la Tecnología, la Ingeniería y las Matemáticas, están altamente masculinizadas.
Esta brecha de género en STEM, caracterizada por la menor presencia de la mujer en ingeniería y matemáticas principalmente, es consecuencia de una serie de situaciones que se dan particularmente en el sistema escolar, donde se reproducen estereotipos de género que hacen que algunas profesiones se categoricen como eminentemente “masculinas” o “femeninas”, y que operan como determinantes al momento de elegir una carrera.
El IPVG sigue comprometido en trabajar para contribuir a disminuir estas brechas, así como el de la participación femenina en las áreas STEM, ya que según datos del Servicio de Información de Educación Superior (SIES) para 2022, sólo el 20% del total de quienes estudian estas carreras son mujeres.
Si bien hoy el Instituto cuenta con más de 3.800 estudiantes mujeres y más de 16.000 tituladas, la jefa del Departamento de Equidad de Género y Diversidad del IPVG, Camila Inostroza Boitano, señala que “queda un largo camino por recorrer, incentivando a más mujeres para que se atrevan a estudiar este tipo de carreras altamente masculinizadas, mediante iniciativas que se sitúen desde la perspectiva de género.”
Entre los lineamientos que el IPVG busca articular con entidades gubernamentales y empresariales está el generar instancias que accionen el apoyo a la equidad de género, la innovación y la transferencia tecnológica, entre otras actividades en el ámbito de la educación técnico profesional, y de esta forma generar espacios para que más niñas y mujeres ingresen en carreras STEM. Este desafío permanente desde la equidad de género e igualdad de oportunidades, constituyen uno de los desafíos fundamentales para potenciar la formación técnico-profesional y generar importantes resultados para el desarrollo del país.
Uno de los avances en este ámbito se ha registrado en la carrera de Ingeniería en Construcción, que a pesar de ser una carrera masculinizada, la participación de estudiantes mujeres ha recuperado su nivel en los últimos tres años, subiendo desde 9,8% (2022) a un 24,4% actual, alcanzando un porcentaje similar a 2019 en donde registraba 26,6%.
También, dentro de las carreras denominadas “feminizadas” se han manifestado avances, como en la carrera del área de la salud Técnico en Odontología e Higienista Dental, la cual ha duplicado la presencia de estudiantes hombres en los últimos tres años, superado incluso el porcentaje pre-pandemia (15,3% en 2019), alcanzando hoy un 18,2%.