Al analizar la importancia de la participación de las mujeres con los avances de la Ley 21.369, sin duda, es necesario mencionar que existe un camino recorrido, pero también se avizoran desafíos en la implementación de políticas integrales en la erradicación de la violencia de género en instituciones de educación superior.  

Uno de los principales desafíos apunta al cambio cultural en las instituciones, la incorporación de la perspectiva de género en la elaboración de políticas públicas y la coordinación intersectorial. Una dificultad que surge en este contexto es la tensión que puede existir entre la urgencia de cambios culturales y la gradualidad del trabajo sistemático que estos requieren para producirse efectivamente.

La importancia de estas instancias está en avanzar hacia una política integral de erradicación de la violencia de género y que las instituciones de educación superior cuenten con unidades o departamentos especializados, incluyendo la necesidad de mayor participación del gobierno para obtener resultados efectivos en esta materia.

Katherine Silva Cheuquiante, encargada de la unidad de Equidad de Género, del CFT Lota-Arauco, destaca que la Ley 21.369, surge a partir de la necesidad de erradicar las violencias de género y el sexismo en la educación superior.

“Desde ahí se han desplegado una serie de acciones que buscan avanzar hacia una convivencia más justa y equitativa. La participación de mujeres es fundamental en estos avances, especialmente en la implementación de la ley, ya que garantiza una participación activa en el diseño y elaboración de las políticas y procedimientos normativos orientados a prevenir, investigar, sancionar y erradicar el acoso sexual, la violencia y la discriminación de género en las instituciones de educación superior, asegurando un proceso de decisión diverso e igualitario, con un nivel de representación que permite abordar de manera más efectiva las problemáticas y demandas en el contexto educativo”, indicó la especialista.

“Desde la práctica, la Ley 21.369 complementa el proceso de formación académica, entregando herramientas importantes para el desarrollo de competencias que integran el enfoque de género, promoviendo en las mujeres una mayor autonomía desde los distintos ámbitos de participación”, finalizó la encargada de género.

Para abordar estas materias, existen enfoques claves: los derechos humanos, el género, la justicia educativa y la interseccionalidad. En este sentido, el rol social de la educación superior, aporta desde el potencial transformador de las instituciones, en la formación de técnicos con competencias para abordar y no reproducir las violencias de género en su ámbito laboral y social. Un desafío importante para el subsistema técnico profesional es mirar las especificidades de las violencias de género y cómo se dan específicamente en cada institución. Reconocer la especificidad del perfil de las y los estudiantes, la cercanía con el mundo del trabajo y la segregación por carreras, ente otras.

En el IPVG el Departamento de Equidad de Género y Diversidad se encarga de implementar la Política integral. El DEGYD lo realiza mediante la generación de una cultura institucional de equidad de género y no discriminación, previniendo y abordando situaciones de acoso sexual y discriminación y violencia de género en concordancia con la Ley 21.369 y fomentando relaciones basadas en el buen trato de la comunidad educativa del IPVG, aportando a la excelencia en el ámbito de la educación superior TP y en el marco del Proyecto Educativo Institucional 2023 – 2027.

En relación a los avances concretos del Instituto Profesional Virginio Gómez, se pueden identificar la creación del Departamento de Equidad de Género y Diversidad, la existencia de la Política Integral de Equidad de Género, la implementación del Modelo de Prevención y del Modelo de Investigación y Sanción, y las jornadas de capacitación e instancias de sensibilización.

Otro avance se presenta a través del Proyecto DVG 22101, que tiene entre sus labores la difusión de actividades, la elaboración de un diagnóstico representativo en la comunidad educativa realizado en 2023 y la creación del Observatorio de Género y Equidad.

El IPVG sigue en el camino de alcanzar la igualdad de género y el respeto a la diversidad. El Departamento de Equidad de Género y Diversidad, a través de su trabajo, propicia vidas libres de violencia, por medio de acciones preventivas y abordaje integral, que permiten construir espacios seguros para la reflexión y reparación en una comunidad diversa y tolerante.