El equipo de la carrera de Ingeniería de Ejecución Química y Medioambiente de la sede Los Ángeles, conformado por Nancy Molina, Jimena Castillo, Jonny Ortiz, Marta Lafont, Beatriz Díaz y Antonia Hermosilla, junto al docente guía, Nereida Balceiro, desarrollaron un proyecto en una asignatura de investigación aplicada, que consiste en la creación de bioplásticos a partir de desechos agrícolas y forestales.

La iniciativa surge como respuesta a una problemática relevante: la acumulación de residuos forestales —como ramas, copas y cortezas— generados durante el aprovechamiento de bosques plantados. Este proceso produce aproximadamente 2 millones de toneladas de desechos anuales a nivel nacional.

Frente a este desafío, las y los estudiantes crearon un bioplástico biodegradable que permite reducir la acumulación de residuos en los bosques, dando una nueva vida útil a estos materiales. La solución no solo destaca por su aporte ambiental, sino también por su enfoque responsable, innovador y sostenible a largo plazo.

Este proyecto fue presentado en el concurso Desafíos IPVG 2030, una iniciativa que promueve la participación activa de estudiantes y docentes en la generación de ideas con impacto en su entorno. En la edición 2024 del certamen, el equipo obtuvo el segundo lugar a nivel institucional, destacando por su enfoque sustentable e innovador.

Con el objetivo de seguir fortaleciendo su propuesta, las integrantes participaron en el Programa Semillero IPVG, instancia de formación y acompañamiento que les brindó orientación por parte de mentores expertos en diversas áreas de interés. Este programa les brindó apoyo en el desarrollo de un plan de escalamiento para su proyecto. Gracias a esta propuesta, además, fueron seleccionadas para representar al IPVG en la actual edición de Conectadas 360, programa impulsado por Incuba UdeC que apoya emprendimientos tecnológicos liderados por mujeres. Esta plataforma les permitirá fortalecer su iniciativa con herramientas para diagnosticar, priorizar, definir, diseñar y medir acciones estratégicas que impulsen su sostenibilidad y proyección social.

La integrante de este grupo de estudiantes, Antonia Hermosilla, habló sobre su experiencia en este proceso: “Participar en el concurso Desafíos IPVG 2030 fue una experiencia muy enriquecedora, pudimos trabajar en un proyecto innovador sobre bioplásticos, que no solo nos permitió aplicar nuestros conocimientos, sino también pensar en soluciones sostenibles para el futuro. Fue una gran oportunidad para aprender en equipo y compartir ideas con otros estudiantes comprometidos con el cambio”, agregó.

Con iniciativas como Desafíos IPVG 2030, el Instituto Profesional Virginio Gómez busca fortalecer la vinculación con el sector socio-productivo a través de la innovación, emprendimiento y transferencia tecnológica.