Entregar un espacio que les permita a los niños y niñas desarrollar sus habilidades motoras, cognitivas y emocionales es la finalidad que buscan fortalecer alumnos de las carreras de TNS en Construcción e Ingeniería en Construcción, quienes construyeron una casa de muñecas en cuya decoración participaron estudiantes de TNS en Educación Parvularia y TNS en Educación Diferencial de la sede Chillán del Instituto Profesional Virginio Gómez.

Autoridades institucionales y municipales entregaron a la Escuela Antonio Machado del sector de Quinquehua, la mini casa en donde los escolares no solo podrán disfrutar en los recreos, sino también, en diversas actividades de entretención que desarrollen.

La misma actividad que el año pasado realizaron autoridades académicas del IP Virginio Gómez en la Escuela  Capilla Cox, donde también se entregó una “casita de muñecas”, se replicó este vez en este establecimiento educacional de escasos recursos, con la idea de continuar dándole un valor agregado a los talleres de Construcción.

Las casas que son de 1.35 m de ancho por 2.00 metros de largo, estructuradas en metalcom, forradas por fuera en vinil sidyng y por dentro en terciado ranurado, con una ventana de aluminio o PVC y cubierta de zinc de aluminio, cumplen las características necesarias para que los niños y niñas puedan utilizarlas durante muchos años. En este sentido, el jefe de carrera de TNS e Ingeniería en Construcción, Antonio Ruz, destacó que “con ello los alumnos cumplen con realizar trabajos lo más cercano a la realidad y, además, realizan una labor social al entregar estas casas a niños que obtienen de esta manera un lugar digno, bien terminado y de un importante costo monetario para realizar sus labores de aprendizaje. “La instancia fue tan importante que además pudimos firmar un convenio de colaboración con el DAEM  que nos permitirá seguir trabajando en conjunto y aportando a los diferentes establecimientos de esta ciudad, ahora capital de la Región de Ñuble”.

Finalmente, la Directora de la Escuela Antonio Machado, Maritza Maureira dijo que “es un agrado que nuestros niños puedan  tener otro espacio educativo donde ellos puedan soñar a hacer enfermeros o doctores, ya que adaptaron la casita para que fuera un hospital y en el fondo ellos puedan proyectar actividades de la vida diaria, así que muy agradecida del aporte del IP Virginio Gómez, por el apoyo que siempre nos han dado”, finalizó.