Por Ángela Barriga Palma, Coordinadora del Departamento de Equidad de Género y Diversidad en Sede Chillán.

El mundo de las relaciones afectivas, la autoestima y la autovaloración emergen como pilares fundamentales para construir relaciones saludables y respetuosas. Estos dos factores, dan forma a la manera en que nos percibimos a nosotros y nosotras mismas y, en consecuencia, influyen en la calidad de nuestras interacciones con los demás. Más allá de términos psicológicos, la relación bidireccional entre la autoestima y las relaciones afectivas revela la complejidad y la importancia de estos factores en la dinámica interpersonal.

La autoestima, entendida como la valoración que tenemos hacia nosotros y nosotras mismas, actúa como un espejo que refleja nuestra percepción interna. En paralelo, la autovaloración se relaciona con la capacidad de reconocer nuestras habilidades, logros y potencial. Estos dos componentes no solo influyen en la forma en que nos enfrentamos a los desafíos de la vida, sino que, también, son determinantes en la construcción de relaciones amorosas sólidas y respetuosas.

Cuando la autoestima es sólida, somos capaces de establecer límites saludables en nuestras relaciones. Conocer y respetar nuestros propios valores y necesidades nos permiten comunicarnos de manera clara y asertiva, creando una zona para relaciones fundamentadas en el respeto mutuo. La autovaloración, por su parte, contribuye a que no subestimemos ni sobrevaloremos nuestras habilidades, evitando así la tendencia a establecer relaciones desequilibradas o dependientes.

La interacción bidireccional entre la autoestima y las relaciones afectivas es evidente cuando miramos cómo estas relaciones, a su vez, pueden influir en nuestra percepción de sí mismas(os). Una relación basada en el respeto y la consideración nutre la autoestima, proporcionando un entorno en el que nos sentimos valorados y aceptados. En contraste, una relación tóxica puede quebrar nuestra autoestima, llevándonos a cuestionar nuestro propio valor y contribuyendo a un ciclo tormentoso.

Es por ello que, como institución de educación superior, asumimos, desde el Departamento de Equidad de Género y Diversidad, el compromiso trascendental en la promoción y fortalecimiento de temáticas que traten sobre autoestima, autovaloración y relaciones afectivas saludables. Estamos convencidos(as) que la promoción en dicha materia permite cultivar un ambiente que fomente el desarrollo integral de los y las estudiantes. 

Al priorizar la formación no solo académica, sino también emocional y social, podemos contribuir a la construcción de personas con una autoestima robusta y una clara autovaloración. Este compromiso no solo beneficia a nuestros(as) estudiantes, sino que también impacta positivamente en la sociedad al fomentar interacciones más respetuosas y empáticas en todos los ámbitos de su vida.