Después de más de 5 meses en España, una de las zonas más afectadas por el Covi-19, el laborante y docente de la carrera de Industria Alimentaria del Instituto Profesional Virginio Gómez, Rodrigo Meliqueo, decidió hacer una cuarentena voluntaria al regresar a nuestro país. 

Tras cumplir más de una semana en Chillán, Meliqueo, quien estuvo específicamente Makina, en la provincia Vizcaya, relata su experiencia con la pandemia.

“ Este viaje fue gracias a una beca  Técnicos para Chile, otorgada por el Mineduc, que me permitió una especialización en ciencias y biotecnología de los alimentos, en la institución Lea Atibai Ikastetxea.

Me correspondía la practica en Biolan, empresa dedicada a microbiosensores, donde alcancé a conocer la técnica de PCR (para detectar el Covid-19 gracias a la detección de moléculas del ARN que posee el virus), antes de que el aumento de casos nos obligara a hacer cuarentena”, relata Rodrigo.

De ese periodo recuerda que: “para mí fue una angustia. Mis familiares escuchaban día a día el aumento de contagios y al principio los tranquilizaba porque la ciudad contagiada más cercana estaba a 6 horas. Prontamente, en la radio local comencé a escuchar que había contagiados en Vitoria, a solo 2 horas de donde me encontraba”, explicó el docente.

Atrás iban quedando esos primeros días en España donde lograba compatibilizar su vida académica y laboral con días libres que le permitieron conocer ciudades francesas como Si bien su estadía en España, implicó en los primeros meses mezclar su vida académica y laboral con días libres, donde tuvo la posibilidad de conocer ciudades del país de Francia, como San Juan de la Luz, Biarritz, Bayona y ciudades tan conocidas como Barcelona y Bilbao, esta última por dos semanas durante una práctica. “De todos los lugares y sitios donde estuve, rescato la capacidad de los profesores de estar actualizados en tecnologías y normativas vigentes europeas. También, la cultura e identidad de las personas, en su totalidad bilingües, entre castellano y euskera. Ellos rescatan y se identifican con sus raíces”, especificó Meliqueo.

Esta realidad de viajes, estudios y trabajos en laboratorios, de acuerdo a lo mencionado por el docente, se fue haciendo cada vez más estrecho y complicado debido al coronavirus. “Allá siempre se tomaron muchas preocupaciones, pero lo que más me llamó la atención fue  la velocidad de propagación de los contagios. Desde que  nos contactaron del Mineduc y programaron el regreso, no dude en retornar. En la situación actual de Chillán hubiese sido complejo llegar a mi hogar, ya que cuando embarqué ya se escuchaba en Chile de la etapa 3, por lo que te pones a pensar en tu familia y en lo importante que es estar cerca de ellos”, comentó.

Precisamente, pensando en sus seres queridos, a su regreso decidió tomarse un tiempo de forma aislada. “Hoy estoy sin síntomas, pero igualmente en solo en mi casa, en cuarentena, esperando el reencuentro con mis seres queridos. Por eso creo que los más importante es tener consciencia en esta situación, porque a pesar que en estos seis días he tomado todos los resguardos, aun así está el temor”, precisó Rodrigo y recuerda que cuando ya preparaba el viaje a Chile escuchó por última vez la radio de Bilbao donde anunciaban el fallecimiento de ancianos en un hogar, “eso te conmueve, te hace pensar en la necesidad de cuidarse”, finalizó.