“Ser la voz de los que no tienen voz en los territorios” es una de las premisas que motiva el trabajo de Álvaro Escobar Pasten, activista ambiental por los derechos del agua hace más de 10 años e impulsor de la primera oficina comunal del agua conformada en el país. Parte del trabajo realizado, y sus pormenores, fueron parte de la charla realizada a estudiantes del área medioambiental del Instituto Profesional Virginio Gómez, en su paso por la Región del Biobío.

Actualmente, el déficit en precipitaciones mantenido por 12 años en el país ha llevado a más de 3,9 millones de chilenos y chilenas a vivir en zonas de escasez hídrica, siendo Petorca una de las comunidades más afectadas. La sequía y una desproporcionada gestión de este recurso, incluso dejó a la población sin el agua suficiente, en calidad y cantidad, para la subsistencia de sus habitantes.  

El éxito de la conformación de esta oficina hídrica es el resultado de años de trabajo con las comunidades, especialmente al momento de sensibilizar a sus habitantes. “La importancia (de esto) radica en crear redes tremendas de apoyo, de solidaridad, que finalmente terminan en conformar estas uniones (de diversas índoles). Hoy día necesitamos estar juntos para fortalecernos y de alguna forma levantar peticiones comunes, que vayan en pro de una mejor calidad de vida de cada uno de los ciudadanos del territorio”, comentó el actual concejal de Petorca.

Esa mirada es una de las razones por las que la Fundación para la Superación de la Pobreza buscó la colaboración con Escobar, quien, también, es integrante de la Red de Líderes del Programa de Servicio País. Una historia de esfuerzo y trabajo continuo que se espera pueda servir de ejemplo a las organizaciones que buscan mejorar la calidad de vida de sus vecinos.

Para Escobar, uno de los factores destacados es la necesidad de conformar asociaciones entre los diferentes actores sociales, que permitan desarrollar un trabajo colaborativo. “Es tan importante que las universidades, que los Institutos Profesionales como el Virginio Gómez, a través de sus profesionales, puedan involucrarse en el trabajo territorial. Muchas veces, más que una dinámica en un aula creo que necesitamos ir y levantar la voz del territorio, sacar esa información y traerla. Involucrarse en los procesos que viven los territorios es donde la academia tiene un rol importante que es poder ser un ente de unión, de apoyo…con las herramientas que tiene, bajar la información con un lenguaje más práctico a la comunidad. Ese mismo trabajo permitirá obtener una respuesta que podrá ser devuelta a la academia”, enfatizó.

Por su parte, Pablo Riquelme, jefe de carrera del área ambiental del IPVG, destacó la importancia de contar con líderes que puedan compartir sus experiencias. “Estas instancias permiten a nuestros estudiantes sensibilizarse con temáticas tan relevantes como la crisis hídrica que azota nuestro país desde el año 2008, sumado a conocer realidades que salen del contexto ciudad y los transportan a nuestras zonas rurales donde el acceso a servicios básicos es menor, pero aun así existe una organización comunitaria, maravillosa como lo transmitido por Álvaro en esta charla”, comentó.

Esta charla fue sólo una de las actividades desarrolladas por el activista en temas de agua en la zona, junto a la Fundación para la Superación de la Pobreza en la Región del Biobío.  “Álvaro va a estar trabajando con comités de APR en la comuna de Santa Bárbara y vamos a tener una visita al territorio donde se va a encontrar con las comunidades y sus dirigentes. En ese contexto, aprovechamos de generar una alianza con el Instituto para poder, además, llevar este mensaje y sensibilizar a los estudiantes sobre el rol que tienen, y que pueden tener, respecto a la gestión hídrica y, de alguna manera, también acercar la academia a los territorios, que es algo tan importante como estructurar oportunidades para las comunidades que hoy día requieren soluciones, ojalá lo más inmediatas posible”, indicó Cristian Riquelme, director regional de la Fundación.