Ambientes clínicos seguros en prácticas pre-profesionales

Por Greta González Schnake
Jefa de Carrera TNS en Enfermería
IP Virginio Gómez
Sede Chillán
Las prácticas clínicas representan una etapa crucial en la formación de las y los estudiantes de carreras de la salud, donde se enfrentan a desafíos emocionales y profesionales que marcan su transición hacia la práctica. En este contexto, la seguridad en los entornos clínicos se erige como un pilar fundamental para garantizar una formación de calidad y el bienestar de los futuros profesionales.
De acuerdo con estudios recientes, un 62,5% de las y los estudiantes del sector de la salud hace uso frecuente de protocolos de seguridad en prácticas clínicas, mientras que un 37,5% lo hace de manera parcial, lo que evidencia la necesidad de fortalecer la implementación de protocolos claros y sistemáticos en todos los centros de práctica.
La implementación de metodologías activas, como simulaciones y prácticas supervisadas, ha demostrado ser efectiva en el desarrollo de competencias profesionales en entornos seguros. Estos enfoques permiten a los estudiantes aplicar conocimientos de manera práctica y reflexionar sobre decisiones clínicas en un espacio protegido.
Por otra parte, el bienestar emocional de los estudiantes durante las prácticas clínicas es también clave. Investigaciones recientes en Chile muestran que más del 50% de los estudiantes de salud experimentan desgaste académico por estrés durante la práctica clínica, lo que puede afectar su rendimiento y su desarrollo profesional.
Asimismo, la calidad del entorno clínico juega un rol decisivo, ya que un espacio seguro, organizado y con adecuados recursos permite que el aprendizaje sea más significativo y se traduzca en competencias profesionales sólidas. La presencia de tutores y supervisores capacitados, favorece no sólo la transmisión de conocimientos técnicos, sino también la reflexión ética frente a situaciones complejas, fortaleciendo el compromiso con la atención humanizada y responsable. El ambiente educacional ha sido reconocido como un factor para lograr alta calidad, especialmente para los estudiantes de profesiones sanitarias en transición hacia etapas prácticas.
Esto se debe a que el trato respetuoso y cercano hacia los estudiantes no solo les brinda seguridad y confianza, sino que también les enseña con el ejemplo, el valor de la empatía, la colaboración y el compromiso con el cuidado de las personas. En este proceso, el apoyo y el buen trato son elementos esenciales que nutren el crecimiento de los estudiantes del área de la salud, fomentando su integridad física y emocional.
En el Instituto Profesional Virginio Gómez, comprendemos que las prácticas clínicas son mucho más que un espacio de aprendizaje técnico; son un encuentro humano donde los estudiantes descubren la esencia de su vocación. Por ello, garantizamos ambientes clínicos seguros, respetuosos y formativos, que favorezcan el desarrollo integral de nuestros estudiantes y su preparación para enfrentar los desafíos del ejercicio profesional con responsabilidad y humanidad.